Origen de la parroquia San Rafael "de El Moján"
Creación como parroquia
En el año 1843, El Moján es erigido en parroquia con el nombre de San Rafael en honor al obispo Rafael Lasso de la Vega, quien inició hacia el año 1817, las gestiones para su creación. Su jurisdicción comprendía los vecindarios: Monteclaro, Ancón, Cabimas, Cañadón, Carrizal, Mamón, Monteclaro Alto, Parte Norte del Lago, Secreta y Uval; teniendo por límites al:
(…) norte, la ribera izquierda del río Garabuya –Sucuy- entrando a él por el lago hasta el caño Caracas que desagua en la laguna que forma el río Sinamaica; por el Oeste, siguiendo el curso de dicho caño hasta encontrar el camino que da a las sabanas de Pérez y continuando este camino hasta tocar con el lugar llamado Potrero de Vicente; por el Sur, tirando una línea recta que parte de este último sitio y termina en la Salina Rica, límite actual de Monteclaro alto; y por el Este, la margen comprendida entre la Salina Rica y la desembocadura del río Garabuya o Limón.
Disputas por sus linderos
La delimitación de su lindero norte fue causa de varias confrontaciones entre los habitantes de Sinamaica y San Rafael. Por representación dirigida a la diputación provincial de Maracaibo en el año 1854, los vecinos de San Rafael solicitarán que dicho lindero fuera el mismo demarcado por la naturaleza, tal y como se establecía en la ordenanza de fecha 9 de diciembre de 1843, por la cual fue creada la parroquia San Rafael, lo que la diputación ratificó por nueva ordenanza de fecha 22 de noviembre de 1854.
Pero, posteriormente, en el año 1868 los vecinos de San Rafael, deberán recurrir ante el Ejecutivo del estado Zulia para que se restableciera la jurisdicción de esta parroquia en la margen izquierda del río Limón debido a las pugnas entre el gremio de agricultores de San Rafael y el gremio criador de Sinamaica por el acceso al agua de dicho río, las cuales serán constantes y conllevarán a severos problemas de orden público en el año 1878, por la destrucción de cercas y labranzas por parte de algunos criadores.
Núcleo poblacional
Para la segunda mitad del siglo XIX el núcleo del poblamiento de esta microrregión se ha consolidado en la villa de San Rafael, la cual albergará junto a sus caseríos la mayor parte de la población criolla en el territorio guajiro. En el año 1873 entre la villa de San Rafael y caseríos próximos se repartían 2.935 habitantes de los 5.539 habitantes que conformaban la población criolla del territorio guajiro, a los cuales se sumaban 902 habitantes de las islas de San Carlos y Toas. De igual manera, en el año 1881 la microrregión de San Rafael concentrará 4.477, habitantes de los 6.998 que conforman el poblamiento criollo.
Para la década de 1870, esta villa cuenta con 96 casas y todos los edificios públicos se reparten en una plaza y cinco calles:
Esta villa está situada á orillas del lago, lo que le da un aspecto pintoresco por su posición frente a la Isla de Toas, en medio de palmeras y de los hatos o casa de campo que la rodean. Sus casa está cubiertas de enea con excepción de la iglesia, y la que hoy se construye para la casa municipal; en sus calles hay grandes arenales, lo que hace que su temperatura en el día sea fuerte.
En estas tierras áridas el poblamiento tenía la ventaja de contar con fuentes de agua permanentes: “La población se provee de agua del lago para usos domésticos, y de un jagüey situado en una loma a 300 metros distante de la villa, que vierte una agua dulce, delgada y salubre, que en todas épocas del año es inagotable. Existe también (…) otro manantial cuya agua sale de la tierra en forma de chorro, de la misma calidad que la anterior”. En sus entornos prosperaban crianzas de ganado menor y se produjo un poblamiento agrícola espontáneo en tierras baldías, llegando a establecerse un aproximado de cincuenta explotaciones repartidas en Santa Cruz, Salina Rica, Alto del Eneal, Quemados, Palmajero, Campo Elías, Cañada de Fóruche, Campo Alegre, Cerrito de San Andrés y otros lugares. Se beneficiaba también por los tráficos del camino que une Santa Teresa con Maracaibo, el cual se encontraba totalmente habilitado entre Puerto Guerrero y aquel establecimiento militar en el año 1874, aunque es bueno acotar que el camino entre San Rafael y Maracaibo se encuentra habilitado desde el año 1844 cuando por orden del Gobierno y con el auxilio del subsidio personal es culminado, teniendo también esta villa un pequeño y rudimentario puerto en el río Limón llamado “Puerto de Mono”.
En la costa se han conformado caseríos donde proliferan cocales como Gonzalo Antonio, Palmarejo y Santa Cruz.
La frontera agrícola del poblamiento criollo marabino avanza hasta las riberas del río Limón. Aquí proliferan pequeñas explotaciones de cultivos de café, plátanos, maíz y frutos menores, además de cocales. A ambas márgenes del río se ha consolidado un singular tipo de poblamiento, con viviendas construidas en las barrancas fluviales. Persistía además un conjunto de viviendas acuáticas (palafitos) de indígenas Añú en el ensanchamiento del cauce de este río Limón al sur de Sinamaica, sitio conocido en la toponimia local como Laguna de Sinamaica. En el hinterland de estas comarcas dominaban los espacios de escaso poblamiento, salvo movimientos de trashumancia al Guasare y sitios inmediatos, siendo recorridos en ésta época por el ingeniero Wenceslao Briceño Méndez quien informó sobre las potencialidades de la exploración carbonífera de Tulé en 1876.
Fuente
Territorio y Fronteras Interiores de la Guajira durante el guzmanato (1870-1890). Pablo Nigal Palmar Paz
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